¿Qué es la miel de Manuka?
La miel de Manuka es conocida por sus propiedades antisépticas y bacterianas. Esto precisamente es lo que la diferencia del resto de mieles.
En Nueva Zelanda nace una flor muy especial, sólo existe allí, es la flor de Manuka (Leptospermum-scoparium).
Detrás de esa apariencia delicada hay un potencial natural muy grande.
De la flor de Manuka, las abejas de Nueva Zelanda retiran una substancia única que refuerzan de manera considerable el poder natural de la miel.
Esta miel en concreto es muy recomendable por ejemplo en casos como:
- Gripe
- Bronquitis
- Gengivitis
- Acidez
- Gastritis
- Úlcera de estómago, de duodeno y esófago.
Su gran potencial antibacteriano hace que actúe sobre la bacteria «helicobacter pylori» la mayor causante de la úlcera de estómago.
En definitiva, es ideal para cualquier afección relacionada con infecciones bacterianas.
Los expertos te recomiendan dos cucharadas en ayunas y otras dos por la noche antes de ir a dormir.
La miel de Manuka también es muy recomendada para cicatrizar heridas, llagas o quemaduras.
Simplemente aplicando la miel encima de la herida notarás sus efectos en muy poco tiempo.
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Existe un proverbio neozelandés que dice:
«Dónde no llega el antibiótico, llega la miel de Manuka»
Miel de Manuka: Factor UMF ¿Qué es?
El factor UMF (Unike Manuka Factor) o conocido como Factor Único de Manuka es un estándar que te indica el nivel de acción contra las bacterias. En cada frasco encontrarás un número UMF.
Por tanto cuanto mayor sea este número, su efectividad contra las bacterias aumentará.
El factor UMF más habitual por uso médico comprende entre 10+ a 18+, ya que no todas las personas tenemos el mismo grado de tolerancia. Algunas personas usando un factor UMF 30+ podrían experimentar algún efecto secundario como enrojecimiento, hipersensibilidad o picor.
El factor UMF podríamos decir que se encargar de :
- Exterminar las bacterias malas
- Aportar alivio
Propiedades curativas de la miel de Manuka
La miel de Manuka tiene una substancia llamada peróxido de hidrógeno la cual es antioxidante. Sin embargo el néctar de la flor de Manuka contiene unos fitoquímicos un tanto especiales que les aporta un valor añadido muy deseado por las personas.
Además de poseer el peróxido de hidrógeno (enzima) que tienen todas las mieles tiene un factor añadido que la hace mucho más potente.
La Manuka tiene un margen de actuación muy amplio que actúa no solamente sobre bacterias como la helicobacter pylori, estafilococos, bacterias resistentes a los antibióticos, hongos incluso contra protozoos.
Posee propiedades antiinflamatorias, reducen el dolor asociado con las heridas, mejora la circulación sanguínea y ayuda a la formación de tejido nuevo, por tanto a la cicatrización de las heridas. Es muy usada para cualquier afección en la piel.
