Factor UMF de la Miel

Factor UMF Miel Manuka

La miel es uno de esos alimentos que todos los nutricionistas suelen incluir en ese plan de vida saludable que combina una dieta completa y equilibrada con la realización moderada de ejercicio físico.

Se trata de una sustancia que, además de un buen sabor endulzante como aderezo, contiene una serie de principios activos que resultan muy provechosos para la salud. Y si nos referimos a la miel de Manuka, estos beneficios se amplían.

Por lo tanto, creemos que te va a parecer interesante saber identificar este tipo concreto de miel. Además, vamos a relatarte las principales ventajas que te puede proporcionar. Presta atención a lo que, a continuación, te contamos.

¿Qué es el factor UMF?

Estas siglas son las que te van a permitir reconocer la miel de Manuka. Significan, en inglés, factor único de Manuka. ¿Pero por qué es tan apreciada la miel de Manuka? En primer lugar, has de saber que los Manukas son unos arbustos que crecen en Nueva Zelanda y Australia (más comúnmente, en el primer país) y de los que se recolecta una miel con unas características especialmente saludables. Estos arbustos también son conocidos popularmente como árboles del té de Nueva Zelanda.


La propiedad más relevante de esta clase de miel es la antibacteriana, la cual procede de una derivación fitoquímica del néctar de las flores. Dicha propiedad natural proviene de una enzima que las abejas añaden al néctar. Esta enzima, a modo de sinergia, incrementa el potencial antibacteriano con el que, de por sí, cuenta el peróxido de hidrógeno que llevan todas las mieles. Su acidez va a contribuir a la deshidratación de los gérmenes.

No obstante, te conviene conocer que el peróxido de hidrógeno es un componente altamente inestable de la miel. La exposición al calor o a la luz tiende a destruirlo, lo que limita sus efectos a la hora de combatir los gérmenes. Por esta razón, entenderás que el factor UMF, que es más estable y resistente, supone un salto de calidad a tener en cuenta en estos productos, puesto que garantiza que no se pierda su naturaleza antibacteriana.

La clasificación UMF

Para tener claros los efectos que la miel que cuenta con la pureza UMF te aporta, el laboratorio Honey Research Unit, de la universidad neozelandesa de Waikato analiza, en función de la cantidad porcentual del factor reseñado, la medida de la fuerza antibacteriana de este producto. Fíjate siempre, por tanto, en el número que aparece en los frascos, detrás de las siglas UMF, de esta miel.

En las siguientes líneas te presentamos los baremos que te informan acerca de qué puedes esperar del consumo de miel con UMF en sus distintos grados de presencia. Toma nota de ellos.

– 0+: no consta la aportación.

– 5+: nivel considerado bajo, por lo que todavía no resulta útil para los tratamientos terapéuticos.

– 10+: proporción interesante para el mantenimiento de las estructuras, por lo que la recomendamos para potenciar la inmunidad de los sistemas y su vitalidad. Se trata del factor que suelen llevar numerosos productos cosméticos.

– 15+: el nivel más relevante para los usos médicos y productos estéticos, puesto que implica un alto poder antibacteriano.

– 20+: este alto nivel antibacteriano solo se emplea para ciertos tratamientos puntuales.

– 30+: como todas las personas no toleramos igualmente el UMF, podría llegar a generar efectos adversos en algunos perfiles.

Los beneficios de la miel de Manuka

Además de la cualidad antibacteriana que ya hemos analizado, vale la pena que conozcas otras que te va a proporcionar este producto. Son las siguientes:

Atenúa los dolores de garganta, de cicatrices y bucales.

– Previene las úlceras de estómago.

Combate los problemas en la piel.

En definitiva, aprende a reconocer el factor UMF y aprovéchalo para tu salud.